Pero pasaron otras cosas importantes: el 6 de septiembre defendí mi tesis de maestría y me convertí en magíster en Periodismo de la Universidad de San Andrés.
Pego lo que publiqué en Facebook ese día:
"Empiezo agradeciendo: gracias por el amor, el aguante y el estímulo a Carolina, no hubiese sido posible si ella no se ponía la familia encima. Gracias a Jessica, que me postuló a la maestría y tuvo el trabajo de leer y evaluar la tesis. Gracias a Fabrizio y Sebastián por tutorearme y aguantarse mi procrastinación permanente.
Gracias a Daniel por pensar en mí para dar la materia Periodismo de Datos en la UNDAV. Gracias a mis estudiantes, por moverme a aprender y por enseñarme cada cuatrimestre (¡y por recomendar la materia!). Gracias a mis viejos, por siempre animarme a más. Gracias a quienes me compartieron generosamente su experiencia y conocimientos para nutrir la tesis.
Gracias a docentes y personal de la maestría, que fueron armando el camino para este momento con tolerancia y acompañamiento. Gracias a la Universidad de San Andrés y a sus donantes, que me otorgaron la beca. Gracias al "piberío MAEP", por su amistad y bancarse las catarsis permanentes todos estos años.
Gracias al jurado de tesis, Jessica, Lila y Sonia, por su lectura, sus comentarios, su dictamen y su incentivo a darle continuidad. Gracias a amigos y amigas que todos estos años me aguantaron hablando de las tesis (¡ya no me queda ninguna!). En fin, gracias a todas y todos quienes colaboraron en mayor o menor medida para este logro".
En noviembre fue el acto de colación:
Ya en 2020, llegó el título, pero justo se declaró la pandemia del coronavirus y aún no pude ir a retirarlo.
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